Por qué no necesitamos paneles solares.

No necesitamos paneles solares y sistemas de almacenamiento de energía en forma de baterías químicas, porque en la tierra ya existen sistemas perfectos para recolectar y almacenar energía solar: ¡estos son ÁRBOLES!

La producción de paneles solares, operación y reciclaje es un proceso muy intensivo en energía. La cantidad de energía gastada en esto es comparable a la cantidad de energía generada durante toda la vida útil de los paneles.

Actualmente, la producción de paneles solares implica el uso de elementos tóxicos y sus compuestos, lo que requiere sofisticadas tecnologías de filtrado y purificación para las emisiones industriales. Ahora, la mayoría de las industrias en esta area están ubicadas en China y países en desarrollo, donde los estándares ambientales modernos no siempre se respetan. Lo mismo vale para las baterías. Fabricación y reciclaje requiere mucha de energía y está mal establecido en todo el mundo.

Al mismo tiempo, los árboles no requieren procesos complejos y sucios de producción y procesamiento. Se crecen con un cuidado mínimo. Al mismo tiempo, purifican y enriquecen el medio ambiente. Filtran el aire, absorben dióxido de carbono CO2 (la principal causa del efecto invernadero) y producen el oxígeno que respiramos, nutren y estructuran el suelo. Y lo más importante, los árboles convierten y acumulan eficientemente la energía solar en sus biomasa, que es un fuente universal de energía a la par del petróleo y el gas. La energía de los árboles y otras plantas puede obtenerse mediante fermentación anaerobia de biomasa en reactores de biogás para producir metano (CH4) o quemando madera con deficiencia de oxígeno (O2) y produciendo gas combustible (pirólisis). Los árboles también son una fuente de alimento y materiales de construcción para animales y humanos.

En nuestro planeta, tenemos enormes territorios desérticos que se pueden plantar con jardines forestales, utilizando tecnologías agrosilviculturales modernas.

La agrosilvicultura es un enfoque integral para aprovechar la combinación de arbustos y árboles con plantas y / o ganado. Este enfoque combina tecnologías agrícolas y forestales para crear sistemas de uso de la tierra más diversos, rentables, rentables, productivos y sostenibles.

Esto ayudará a superar no solo la crisis energética, ambiental y alimentaria del mundo, sino también a mejorar el clima de la tierra en conjunto. Los árboles son capaces de almacenar grandes cantidades de agua en sus cuerpos y en el aire circundante. Esto resolverá el problema de derretir el hielo polar y el aumento asociado en el nivel del mar. Al mismo tiempo, el aire húmedo tiene una conductividad térmica más alta, lo que contribuirá a una distribución de temperatura más uniforme en el planeta. Habrá más lugares en el planeta para una estancia de la gente confortable. En las regiones cálidas se enfriará y la escasez de agua dulce desaparecerá. En regiones más frías se volverá más cálido.

El desarrollo de la agrosilvicultura creará empleos fuera de las megaciudades, lo que estimulará la salida de personas de las ciudades, el desarrollo de infraestructura periférica y el desarrollo general de los territorios. El trabajo con árboles permitirá a las personas estar más cerca de la Tierra y te hará sentir la conexión perdida con la naturaleza. La humanidad es consciente la interconexión de los procesos naturales a escala global. Nuestro planeta es una nave espacial perfecta con sistemas de soporte vital automático y autocuración. No debemos destruirlo, sino mantenerlo y mejorarlo. No tiene sentido gastar enormes recursos en la exploración de la Luna y Marte hasta que restablezcamos el orden en nuestra tierra. De lo contrario, no podemos sobrevivir.

Por lo tanto, la agrosilvicultura es el una de componentes más importantes de un futuro sostenible y próspero para toda la humanidad.

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